lunes, 19 de abril de 2010

Camino a Sabiñánigo

Vuelve el buen tiempo. O eso espero. Que vuelva el buen tiempo. El de los días soleados y las temperaturas moderadas. El de los buenos entrenamientos, sin preocuparme por las lesiones o las recaidas, y la competición. Y es que desde mi última entrada en este blog, he estado saliendo de una lesión para caer en otra, entrenando a cuentagotas y nunca a gusto.

Hace ya dos o tres semanas que empecé los entrenamientos de ciclismo, aumentando el volumen gradualmente y ayer, un poco a marchas forzadas acudí a la cita de les Rutes del Montseny, una cicloturista con salida y llegada en Granollers, que celebraba su 30 edición.

Por supuesto opté por inscribirme a la ruta “corta”, de 135Km, que cruzaba poblaciones como Cànoves, Sant Celoni, Viladrau, Seva o Santa Maria de Palautordera y coronaba ascensiones como la de Santa Fe del Montseny y Collformic.



Tomé la salida con el único propósito de terminar sano y salvo. El día no acompañaba demasiado. Estuvo lloviendo intermitentemente durante toda la jornada.

A la salida de Granollers el pelotón, de más de 700 ciclistas, marcó un ritmo tranquilo que me permitió calentar las piernas y quitarme de encima el temor de una salida a degüello que me obligara a afrontar el recorrido solo. A medida que acumulábamos kilómetros el gran pelotón fue deshaciéndose hasta que quedé en uno de una veintena de ciclistas.

Llegamos a Sant Celoni, donde se iniciaba el puerto que nos llevaría a Santa Fe del Montseny, me descolgué del pelotón y busqué mi ritmo desde el principio.

Poco a poco me fui encontrando más cómodo y pude ir incrementando un poco el ritmo, siempre consciente de lo que quedaba por delante y muy prudente por mi desconocimiento de hasta donde iban a poder llevarme las piernas, hasta llegar a un grupo de seis ciclistas con el que pasé por Santa Fe y llegué al primer avituallamiento en Sant Marçal.

Después de una breve pausa en la que aproveché para estirar un poco los músculos, comer algo y rellenar el bidón de agua, continué el descenso hasta Viladrau y Seva, donde empezaba la segunda ascensión de la ruta, Collformic.

Tardé en caer en la cuenta de quien eran aquellos ciclistas que pasaban como exhalaciones a 25Km/h en puntos donde el desnivel rondaba el 6%. La larga y la corta volvían a unirse en Seva después de haberse separado algunos kilómetros depués del avituallamiento de St. Marçal. Llevaban 125Km en las piernas y había que verles subir...


Coronando Collformic, en el kilómetro 90, venían más de 20 hasta Santa Maria de Palautordera. Durante el descenso volvió a aparecer la lluvia. Fui cauto y moderé la velocidad.

Después de Santa Maria de Palautordera y cuando pintaba todo cuesta abajo, llegaban 30Km de toboganes que se me atravesaron. Muy poco les quedaba ya a mis piernas, por lo que opté por dejar escapar todos los pelotones que pasaron y llegar a meta a relentí en un tiempo de alrededor de 6 horas.

Huelga decir que estoy MUY satisfecho y feliz de haber terminado, dadas las circunstancias, y de no haber sentido molestias en ningún momento de anteriores lesiones. Ahora, unos merecidos días de descanso para recuperar y asimilar el entreno y sobretodo para evitar problemas. Prefiero pecar de prudente por ahora.

Espero seguir en este camino y llegar en buen estado de forma a las próximas citas del calendario: Terra de Remences y Quebrantahuesos.

Gracias David por acompañarme desde Collformic! No será la última salida que haga por allí. A ver si te apuntas a la próxima.

Gracies Montse per ser com ets! Me'n recordaré sempre d'aquest dia i del teu detall! Un petó!!


1 comentario:

  1. Sabem perfectament que això de les lesions es part d'un plan maquiavelic per arribar amb un pico de forma a la Quebranta ;-P
    Molt bon entreno, i content de veure que vas arribar d'una peça i sense molesties!

    Viko

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